Hombres y mujeres, blancos y minorías étnicas, todos muestran un creciente pesimismo sobre el rumbo del país.
Sólo 25% de los ciudadanos entrevistados por la encuesta mensual de AP-Ipsos considera que el país marcha con el rumbo adecuado. Esa proporción de satisfacción se acerca a la menor detectada desde diciembre del 2003, cuando comenzó a aplicarse el sondeo.
Rara vez, una encuesta aplicada en un periodo prolongado ha detectado un nivel tan alto de pesimismo desde 1992, antes de que el presidente George Bush padre perdiera la posibilidad de cumplir un segundo mandato, al caer en los comicios ante el demócrata Bill Clinton.
El pesimismo actual se atribuye ampliamente al descontento del público con la guerra en Irak y con el presidente George W. Bush. Llama la atención cuán extendida está la misma percepción entre grupos distintos de la población.
Las mujeres y las minorías están menos satisfechas que los hombres y los blancos, algo que ha sido la norma en años. Pero los cuatro grupos muestran niveles de pesimismo cercanos al récord medido por la encuesta y por sondeos anteriores.
Tres de cada 10 hombres y dos de cada 10 mujeres dijeron este mes que el país va en la dirección correcta, una proporción menor a la de casi la mitad que expresó lo mismo a finales del 2003.
En tanto, 28% de los blancos y 18% de las minorías consideraron que el rumbo de la nación es el correcto, poco más de la mitad de los porcentajes observados a finales del 2003.
Ante la pregunta de por qué sentían que las cosas marchaban mal, un tercio de los encuestados en abril mencionó la guerra, y una cuarta parte culpó a una conducción deficiente del país.
Un 9 por ciento culpó a la economía, un 8% a la pérdida de los valores morales y un 5% a los precios de la gasolina.