No existe ninguna fórmula mágica, pero tus posibilidades se incrementarán si haces el esfuerzo por salir de las fronteras y el estudio lo llevas hasta sus últimas consecuencias. Vivir en una familia nativa suele ser el mejor consejo, mientras que un cierto sector se resiente a vivir en la casa de unos desconocidos otros muchos optan por tener una experiencia de primera mano para conocer de cerca las costumbres y probarse en la intimidad de otro hogar.
Sin lugar a dudas resulta ser un reto para cualquier persona convivir con una familia por la que solo hay referencias formales. Lo que sí es cierto es que un 90% acaba muy contento. Para lograr un aprendizaje completo es necesario ser sociable en el hogar, los hijos pueden ser la perfecta excusa para practicar, mientras que durante la cena, una buena conversación con los padres puede ser el momento perfecto para comenzar a soltarse.
La finalidad de los cursos con familia en el extranjero pretenden hacer frente a esta realidad: la proliferación de cursos que prometen que aprenderás inglés en tres meses, o con un método muy fácil y sin esfuerzo. La experiencia en el extranjero potencia la facultad de tener que estar obligado a relacionarse día y noche y mostrar tu propia personalidad en una cultura que no es la tuya.
La perfecta metáfora del aprendizaje del inglés se encuentra en la infancia. ¿Cuánto tiempo llevas hablando español? Toda tu vida, ¿Cuánto tiempo tardaste en comprender tu propio idioma? ¿Cuánto tiempo tardaste en hablar fluidamente español? ¿Cómo pretendes entonces comprender y hablar inglés en unos cuantos meses si no te involucras con la sociedad nativa?