Los idiomas cada vez son más importantes en un mundo globalizado, por lo que es una tarea de obligado cumplimiento lanzarse fuera de las fronteras de nuestro país para no perderse una experiencia que de cualquiera de los modos en que la realices, quedará sellada como algo inolvidable.
Mientras que a comienzos de año el Gobierno anunciaba la puesta en marcha de un Programa lingüístico de cara al exterior para jóvenes desempleados bajo dos modalidades, permitir a los jóvenes cobrar sus prestaciones en el extranjero y dotar de ayudas para los estudios en el extranjero a los que no tengan derecho a prestación.
Desafortunadamente, por el momento no ha habido novedades sobre la implantación de este programa, pero es de esperar un cambio inminente a pesar de la enorme losa que le ha caído a la economía española.
En este sentido, el ministro de Educación, ángel Gabilondo, presentó el pasado 23 de marzo el Programa Integral de Aprendizaje de Lenguas Extranjeras, enmarcado en el Plan de Acción Inmediata 2010-2011, y que cuenta con una financiación de 120 millones de euros para este curso.
Gabilondo identificó un “insuficiente conocimiento de idiomas como una de las grandes necesidades de la educación en España”. Por esta razón, el Gobierno ha planteado como reto conseguir de aquí a diez años que todos los alumnos al final de la enseñanza secundaria alcancen una primera lengua extranjera en un nivel de dominio de al menos B1 según el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MERCL).
También se reforzará el desarrollo de competencias en idiomas en la Formación Profesional y en la educación superior. Según este Plan, se van a fomentar las estancias en el extranjero para alumnos de ESO y Bachillerato y se promoverá el intercambio con centros educativos como Alemania, Austria, Francia y Reino Unido.
Entre los objetivos del Gobierno se destacan, según la página del Ministerio:- Conseguir que todos los alumnos al final de la educación obligatoria conozcan, por lo menos, una lengua extranjera.
- Ampliar el conocimiento de una segunda lengua extranjera durante la educación obligatoria.
- Reforzar el conocimiento de idiomas en la formación profesional.
- Reforzar el conocimiento de la primera lengua extranjera en la educación superior.
- Fomentar el aprendizaje de lenguas extranjeras entre las personas adultas.