Iniciar a los niños desde el comienzo a aprender inglés tiene como fin desarrollar y potenciar, a través de juegos y actividades sociales, las funciones intelectuales y despertar la curiosidad de los niños por otra cultura y otra forma de expresarse.
Un niño empujado a embarcarse en una aventura en otro idioma con jóvenes de su edad beneficia su lado intelectual de forma intensa. La potencialidad de la infancia multiplica por cien la absorción de cualidades interpretativas. Aprenden más rápido e inconscientemente, frente a los prejuicios de la edad adulta.
La adaptación al entorno de una forma racional, a través de una forma amena y pro-activa les prepara poco a poco para el día del mañana. ¿merece la pena enviar a mi hijo al extranjero para solo un mes? El propósito no es un aprendizaje inmediato, sino ir preparándolo poco a poco para el viaje definitivo.
Viajar, al alcance de todos
Quien nunca se fue piensa que es un mundo, quien traspasó las fronteras solo y pasó el miedo al comienzo viendo que es algo normal, adquiere una base para decidir trabajar o estudiar en una edad adulta si las cosas se tuercen en tu país.
Para entender este proceso, es necesario que entendamos, primero, cómo maduramos. Los niños suelen ser dependientes afectivamente de sus padres y su entorno.
Cambiando temporalmente esa rutina de dependencia y haciéndoles ver poco a poco que es necesario salir de una protección cerrada continua es esencial para su futuro y su educación.
Sin el aprendizaje, nos convertimos en personas débiles y cerradas al cambio. Por otro lado, si aprendemos de manera inconsciente, permitirá que seamos más flexibles y moldeables al cambio.