Una de las cosas que tenemos que tener en cuenta antes de viajar a Estados Unidos, es asegurarse de estar en posesión de un seguro médico que nos cubra en caso de enfermedad o accidente. Estados Unidos es uno de los países más caros en cuanto a sanidad se refiere, un simple catarro o un pequeño esguince podría significar un gasto astronómico e innecesario que echaría por tierra todo el viaje. Por eso, vamos a explicar de manera breve como es el sistema americano para no llevarse sorpresas desagradables una vez que estemos allí.

Como ya hemos mencionado anteriormente, el sistema sanitario estadounidense es muy costoso, a un americano medio le supone unos 8.800 dólares al año. Para hacernos una idea, una familia media de Harlem gana en total unos 24.000 dólares, por lo que muchos no pueden permitirse un seguro médico. Hasta 2008 según el Census Bureau, 46,3 millones de americanos no estaban asegurados y 45.000 mueren cada año. Estados Unidos gasta un 18% del PIB en sanidad, el doble que España y van la mitad al médico que un español o europeo. La pregunta que nos hacemos es: ¿Por qué cuesta tanto? En otros países, como los europeos, todos o casi todos los precios están establecidos por el estado, en cambio en Estados Unidos se implican los hospitales, las fuerzas de mercado, las aseguradoras… Esto provoca que desde un sector privado se impongan precios según cada organismo. Elementos en los que nos resultaría impensable dejarnos una fortuna en América es algo que ocurra en el día a día. Por enumerar algunos precios: un bypass (sin incluir operación o tratamiento) podría llegar a costar 73.000 dólares, una sencilla operación de rodilla unos 26.000 dólares, un traslado en ambulancia 1.700 y un medicamento para el colesterol, que en España cuesta 11 euros en Estados Unidos podrías llegar a pagar 124 dólares.

Aunque el sistema sanitario es muy caro, también ofrece un servicio mucho más completo. En una visita a urgencias, pueden realizarse todo tipo de pruebas antes de darle el alta al paciente, desde radiografías, análisis, TAC… Hay menos camas para los pacientes, pero se realizan más procedimientos. En Estados Unidos se hacen tres veces más mamografías que en cualquier país de Europa y hay un 60% más de máquinas para realizar resonancias magnéticas. Si te encuentras en la situación de acabar en un hospital estadounidense, vas a recibir un cuidado completo pero solo la estancia en un habitación te puede salir por más de 1.000 dólares.

Con un sistema sanitario así, el gobierno de Obama decidió en 2010, impulsar su Obamacare o Affordable Care Act (ACA) o Acta de cuidado asequible. Esta propuesta pretende ofrecer sanidad a un 92% de americanos (unos 32 millones más que en años anteriores) mediante la imposición de adquirir un seguro médico a todos los ciudadanos. En casos en los que el paciente, ya fuera por pocos recursos u otras causas, no estuviera asegurado se le traslada a una clínica donde no fuese cobrado, después se le incluye en un proceso para la obtención de un seguro y cuando el paciente esté en disposición de dicho seguro ya podrá pagar la factura de tratamientos y otras pruebas que se llevaran a cabo en dicho hospital. Desde 2013 se ha reducido un 35% el número de personas que no contaban con un seguro médico, por otro lado la ACA obliga a empresas con más de 50 empleados trabajando a jornada completa que les pague parte de su seguro. Esto, según las empresas, incrementa mucho los costes y un 21,6% de estas aseguraban que despidirían a gente si no podían hacer frente a ese gasto. Los estadounidenses tienen una postura muy tajante con este asunto: no quieren pagar con sus impuestos la sanidad de otros. Un 41% de los americanos apoya sistema, mientras que un 43% está en contra. Con una nación tan dividida y con la oposición del partido republicano (la ha intentado revocar 50 veces desde su aparición) resultará complicado en un futuro que pueda mantenerse como tal.

Con esta visión global de la sanidad en Estados Unidos debe quedar más que claro que es necesario llegar allí con un seguro ya contratado en caso de accidente o enfermedad, para no sufrir las consecuencias de una factura astronómica. Todos nuestros colegios en Estados Unidos obligarán a cualquier estudiante extranjero a contratar un seguro, que en la mayoría de los casos es el que ofrece el propio colegio. Puedes visitar nuestro listado de colegios en HSUnitedSates

 


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