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La reputación de los amish no sería la misma si se subrayasen algunos rasgos desconocidos de estos curiosos habitantes de los Estados Unidos cuyos orígenes se remontan a la Suiza del siglo XIX. Para empezar, diversos estudios apuntan a que su vida en pleno contacto con la naturaleza les evita sufrir las alergias y epidemias urbanas. Y al contrario que los acelerados supervivientes de las ciudadades, los amish no emplean ningún aparato tecnológico de esos que tanto alienan a la sociedad del siglo XXI. 

En este afán por reivindicar la sabiduría amish, la autora Suzanne Woods Fisher ha decidido reunir los proverbios de esta comunidad en un libro que lleva el subtítulo Palabras de sabiduría para una vida sin complicaciones. Con el paso de los años nos damos cuenta de que la vida es más sencilla de lo que parece, y muchas veces somos nosotros mismos los que la hacemos más difícil. Así que sin más preámbulo, vamos a entrar en contacto con el saber amish a través de estos 10 proverbios:

  1. Los lamentos del ayer y el miedo al mañana son dos ladrones gemelos que nos roban la magia del ahora.

  2. El verdadero secreto de la felicidad no se esconde en lo que das ni en lo que recibes, sino en lo que compartes.

  3. En vez de quejarte de que el rosal tenga espinas, alégrate de que ese arbusto espinoso te regale flores para vista y olfato.

  4. Hablar de los defectos de los demás no nos libra de los nuestros.

  5. Mastica bien lo que vayas a decir, no sea que luego te lo tengas que tragar.

  6. Las manos sirven para levantar casas; los corazones, para construir hogares.

  7. Cuando hablas, no haces más que repetir lo que sabes. En cambio, cuando escuchas tienes la oportunidad de aprender algo. 

  8. De las semillas que plantes de bondad recogerás una cosecha eterna.

  9. Antes de desear e incluso pedir un don del que careces, asegúrate de usar bien los que posees.

  10. Espera lo mejor, prepárate para lo peor y tómate los imprevistos con una sonrisa.

A la vista de estas frases tan preñadas de enjundia, queda claro que una visita a la comunidad amish debe de ser de lo más instructiva y reveladora.

 

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