11
SEPT
2015
Las populares cataratas se encuentran justo en la frontera entre dos países: Canadá y Estados Unidos. Se trata de un gran conjunto de cascadas pertenecientes al río del mismo nombre, el Niágara. Este accidente geográfico cuenta con una caída de unos 64 metros, y comprende tres cataratas: las canadienses (Ontario), la estadounidense (Nueva York) y la última y más pequeña, la catarata 'Velo de novia'.
No solo constituyen un atractivo turístico en toda regla debido a su impresionante dimensión, si no que también proporcionan una fuente de energía natural. El primer intento de aprovechamiento de esta energía data aproximadamente de 1759, y desde entonces hasta ahora se ha logrado que la energía del agua ofrezca una gran cantidad de corriente.
Como curiosidad, comentar que este monumento natural y visita obligatoria, se encuentra entre dos ciudades con el mismo nombre: Niagara Falls; pero una perteneciente a Estados Unidos, y la otra perteneciente a Canadá – y más concretamente a Nueva York y Ontario -. Ambas ciudades se encuentran unidas por tres puentes, siendo el Puente Rainbow el más cercano a las cataratas y el que ofrece una mejor vista.
En cuanto al origen de las cataratas, habría que remontarse hasta hace unos 10.000 años, ya que son herederas de una antigua glaciación.
La palabra Niágara proviene de una tribu nativa de América del Norte, llamados iroqueses, y viene a significar 'trueno de agua'. Esta población se asentó por los territorios que bordean los Grandes Lagos, sobre todo por el sur de Ontario y el noreste de Estados Unidos.
A lo largo del paso del tiempo, muchas son las personas que se han atrevido a hacer de todo en las cataratas, desde saltar de arriba a abajo, cruzar a nado todo el canal...hasta equilibristas que las intentan cruzar andando sobre una cuerda.
También este lugar ha tenido sus momentos de protagonismo en el cine, y sobre todo se generó un boom con la película Niagara (1953), en donde Merilyn Monroe aparece como protagonista – mencionar otros filmes como Piratas del Caribe, en donde también podemos ver este conjunto geográfico -.
Otro dato interesante sobre las mismas es el hecho de la existencia del Spanish Aerocar, invención de un español en 1916 (Leonardo Torres Quevedo) y el cual diseñó un cablecarril para llevar a turistas desde el lado canadiense de las cataratas hasta debajo de ellas.
Este año las cataratas volvieron a llamar la atención a todo el mundo debido a su congelación, ya que hacía muchos años que no se veía algo así. La temperatura que llegaron a alcanzar para ello fue la de 30 grados bajo cero, siendo uno de los inviernos más fríos desde 1896. Todo un espectáculo igualmente para los turistas que se atrevieron por aquel entonces a visitar las cascadas.
Y ya por último añadir que cuando de verdad hay que ir a visitar este lugar, es desde noviembre hasta enero aproximadamente, ya que de otro modo te perderás el Festival de Invierno de las Cataratas del Niágara. Este evento consta de un impresionante espectáculo de luces y fuegos artificiales sobre las cataratas, que además incluye conciertos y muchas actuaciones para niños y adultos.
