El desierto de White Sands (arenas blancas) se encuentra en la cuenca de Tularosa (Nuevo México), es la extensión de dunas de yeso más grande del mundo. La arena está compuesta por yeso y sulfato de calcio, proporcionándole el radiante tono blanco que hace del desierto un paisaje único.
Su origen se remonta a cien millones de años atrás, cuando el desierto estaba cubierto por un mar poco profundo. Sus aguas retrocedieron gradualmente creando lagunas de agua salada que acabaron evaporándose por la acción del sol, dejando depósitos de sal y yeso donde anteriormente se encontraba el mar. El viento terminó formando las ondulaciones blancas.
El desierto cuenta con un centro de visitantes en la entrada y con cuatro senderos señalizados que permiten explorar las dunas caminado. También se puede disfrutar de este maravilloso paisaje con deslizamientos por las dunas en trineo.
Con el objetivo de preservar esta maravilla natural, se creó el White Sands National Monument, que conserva una parte importante del desierto.