Los paraguas en Reino Unido son un complemento indispensable, debido a su famoso clima. Llevan con nosotros más de 3000 años, y son ya parte de la cultura popular. Los hemos usado para protegernos del sol y de la lluvia y hasta en espectáculos de burlesque. Han formado parte de los icónicos complementos de personajes como Mary Poppins y hoy en día podemos encontrarlos de todos los tipos, tamaños y colores.

El paraguas estándar que todos conocemos lo vendió por primera vez el inglés Samuel Fox en 1852.

Se cree que los paraguas que se usan para la lluvia son originales de la antigua China. Antiguamente se consideraba un accesorio solo de mujeres, para cubrirse del sol y mantener el color cetrino de la piel, que se consideraba un signo de belleza. Sin embargo, a mediados del siglo XVIII el inglés Jonas Hanway desafió esta tendencia y a pesar de que recibió muchas burlas, otros hombres comenzaron a usarlos.

La primera tienda dedicada exclusivamente a los paraguas, fue como no podía ser de otra manera, inglesa; James Smith and Sons abrió en la calle New Oxford Street de Londres en 1830 y permanece abierta a día de hoy.

No fue hasta los años cincuenta cuando empezó a utilizarse en su fabricación el nylon, que no se pudre, y la resistencia de este material permitió desarrollar los paraguas de palo de golf en los setenta.

En los últimos tiempos la industria del paraguas ha evolucionado considerablemente, sobre todo en Reino Unido, donde han tenido que adaptarse a las necesidades de los ingleses que demandan paraguas hechos a medida y con características especiales. Tener un buen paraguas es en Reino Unido un símbolo de estatus y además demuestra que estás a la moda y sigues las tendencias.

Sin embargo, los londinenses deben tener un cuidado especial cuando viajan en metro ya que alrededor de unos 80.000 paraguas se pierden cada año en el underground londinense. Menuda faena si te has gastado el dinero en fabricar un paraguas a la última y que incluye hasta bluetooth.


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