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ENE
2016
Un total de seis mil refugiados sirios se encuentran ya acogidos en Canadá. El primer ministro se queda pues un poco corto en su promesa de alcanzar los 10.000 antes de 2016. El Ejecutivo prevé subir esta cifra hasta los 15.000 antes de febrero. El total, repartido entre 36 ciudades, será de 25.000 refugiados. En contraste, España, tercer país europeo que mayor número cobija, aceptó 15.000 en sus fronteras el pasado año de un total de 120.000.
El conflicto sirio, desgarradora encrucijada de intereses en pleno cruce de caminos en Oriente Próximo, ha hecho que ya sean 4 millones los nacionales que abandonan el país. Envuelto en una cruenta guerra civil desde hace ya 5 años los desplazamientos dentro del territorio alcanzan los casi 8 millones de refugiados en un estado que antes de la guerra contaba con 22 millones. La mayoría de los refugiados se ha quedado en los países vecinos de Oriente Medio como Iraq o Turquía.
Es el mayor drama humano del siglo XXI. Choques entre religiones, esferas de influencia y reminiscencias de la Guerra Fría salpican esta conflagración que ya tiene un lustro de recorrido y que no parece más cerca de resolverse que el primer día. Canadá ha querido solidarizarse con las víctimas de este conflicto y tras comprobar los antecedentes de cada uno de los refugiados les abre sus puertas, las de uno de los países con mayor calidad de vida del mundo como es Canadá. Si vamos a realizar un curso de inglés en Canadá esto nos hace una idea del civismo demostrado por sus habitantes.
Los sirios, que han tenido que salir forzosamente de su país, agradecen la solidaridad del gobierno liderado por Justin Trudeau. Muchos canadienses han ido a recibirles a lo grande en un gesto de solidaridad espontánea. De todas maneras estos forman parte de los más afortunados, los que ha conseguido salir del país y reunir los 30.000 dolares canadienses por familia de cuatro miembros que pide el Gobierno como requisito. Este dinero ha sido aportado en su mayor parte por diversas asociaciones y ONGs.
