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ENE
2016
A diferencia de la mayoría de las ciudades españolas, Berlín es una ciudad casi llana en su totalidad donde mucha gente se desplaza valiéndose de este ecológico medio de transporte. La cultura del ciclo existe y esto se refleja en lo extenso de su carril bici que prácticamente recorre todo el centro. Sus parques y espacios verdes se prestan también al uso recreativo de la bici.
“Soy berlinés” arengó el presidente Kennedy en su famosa visita al país en los momentos más tensos de la Guerra Fría. Es posible que se contagiará del mismo espíritu que le impregna a uno al llegar a la capital de la vieja Europa donde no es difícil sentirse como en casa. Si vamos a hacer un curso de alemán en Alemania esta ciudad puede ser un destino a tener en cuenta.
La capital de Alemania es muy diferente al país que la contiene en muchos aspectos. Por lo general, quizá por su turbulenta historía reciente es una sociedad sobresaliente en su cosmopolitismo y multiculturalidad.
Volviendo a la bici, hay varias razones para que la capital germana sea tan apropiada para este medio de transporte respetuoso con el medio ambiente. Ya hemos mencionado la existencia de carril bici por toda la ciudad pero es que además este carril es bastante ancho en consonancia con la amplitud de las strasse o avenidas alemanas, fruto de una reconstrucción planificada tras quedar la ciudad totalmente destruida trás la 2ª Guerra Mundial (1939-1945).
Otra facilidad para las bicicletas es la gran libertad que hay en la ciudad para moverte en ellas. Se pueden cargar en el Metro y en los trenes de manera natural. Puedes atravesar parques y calzadas con la bici y en casi todos los lugares hay lugares reservados para su estacionamiento o “aparcabicis”.
Hay muchísimos lugares donde alquilar una y el precio no es caro pues por un día entero nos cobrarán entre 10 y 15 euros además de las que pone a nuestra disposición el ayuntamiento a semejanza de Madrid.
La cultura ciclista esta presente y los conductores de vehículos estarán acostumbrados a nuestra presencia y por lo general nos respetarán con amabilidad. Por otra parte solo podremos vernos en la tesitura de ser sancionados con una multa si provocamos un accidente por lo que nos dejan bastante margen para movernos a nuestro albedrío. 
