El modelo de "escuela comprensiva" tiene su origen en el Reino Unido posterior a la 2ª Guerra Mundial. Se contrapuso a las, hasta entonces hegemónicas, "Grammar School", dónde el colegio solo admitia alumnos con excelente curriculum académico o de buena familia. Esta segregación fue duramente criticada porque establecia una "futurización" desde la precoz edad de 10-11 años. En el sistema de "comprenhesive", hoy casi extendido por completo, esta elección de recorrido no se hace hasta los 15-16 años.
Los años 50 y 60 de la posguerra de la 2ª GM trajeron un nuevo rumbo al mundo occidental: la sublimación del Estado del Bienestar. En esta nueva etapa, hoy de plena actualidad, proporcionar una educación que favoreciese la preparación de futuras generaciones y propiciase su igualdad de oportunidades en un sistema más meritocrático, se convirtió en una prioridad para los laboristas de Downing Street. El sistema fue rapidamente exportado a lugares de todo el mundo. Curiosamente España fue uno de los primeros en adaptarlo en suelo propio.
A día de hoy aún existen centros educativos en Inglaterra que llevan por título "Grammar School" pero en la mayoría de los casos una de dos: o mantienen el título de manera estética y testimonial o son de enseñanza privada y se les presupone una instrucción más especializada. En Gales este tipo de distinción no existe, solo hay "comprehensive schools". En Escocia usan un sistema educativo distinto a los anteriores.
El debate entre si es mejor que los centros públicos puedan elegir o no a sus alumnos centrándose en criterios académicos esta lejos de acabarse. Vivimos en el tiempo de la especialización y muchas veces se intenta que los niños se focalicen cuanto antes en lo que harán en el futuro. El problema es que si ya a veces de adultos nos es dificil decantarnos por una especialización, a tiernas edades la incertidumbre puede ser mayor. En el punto medio se encuentra el fomento de la competición entre institutos, cerrando o cambiando la dirección de aquellos cuyo rendmiento sea bajo.