2
ABR
2018
Hoy es lunes de Pascua, y en muchos lugares del mundo está presente en estos días una tradición anglosajona que hemos visto en películas y dibujos animados: la de regalar huevos de Pascua. Y, ¿de dónde viene esta costumbre?
Se cree que la raíz es muy antigua: ya en la Edad de Hielo, en la prehistoria, con la llegada de la primavera y el deshielo comenzaban a migrar las aves y con ello, a poner huevos; y mediante estos se alimentaban los pobladores del mundo en ese momento.
El conejo de Pascua es un personaje que trae esos huevos; y la primera vez que se tuvo constancia de él fue de la mano del escritor alemán Franck von Frankenau en 1682. Se trata de un conejo que le lleva huevos de colores y dulces a los niños.
Dicen que el conejo fue el animal representante elegido de esta festividad debido a su alta fertilidad, que se sucede después del invierno a nivel simbólico: en los cultivo, por ejemplo
Otra posible explicación al origen del conejo de pascua podría ser anglosajona: donde se veneraba a la diosa Eostre en primavera. La liebre es quien representa a esta divinidad, asociada a la Pascua. En otras tradiciones y culturas como la escandinava o celta, también tienen a la liebre como símbolo de diosa madre.
En la cultura alemana, tiene su reflejo en la tradición del Osterhase. Aquí, una leyenda alemana cuenta que había una mujer muy pobre que no podía regalar dulces a sus hijos. Entonces, escondió en el jardín un par de huevos decorados y pintados. Los niños en su descubrimiento, vieron salir un conejo, y pensaron que los huevos los había puesto el animal; y es desde ese momento en el que los niños elaboran nidos y los dejan para que se llenen durante la noche de chocolate en forma de huevo.
No fue hasta el siglo XIX cuando se comenzaron a fabricar y venderse los huevos de chocolate; extendiendo la producción a conejos de chocolate, los cuales se suelen regalar por Pascua.
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