Guía de Australia
Introducción
Australia es el sexto país más grande del mundo con una superficie de 7.686.850 km², más de quince veces España. Sin embargo su población es más bien reducida en comparación con su tamaño: asciende a 23 millones de habitantes (2015) arrojando la densidad de población más exigua del mundo con de 2,8 habitantes por km² . Esto es debido a que la mayor parte de la isla-continente es desértica o semiárida encontrándose la mayoría de su población en la fértil costa este y otra parte en la oeste.
Aprender inglés en el país de los canguros es una manera también de disfrutar unas estupendas vacaciones. Destacan sus paradisíacas playas bañadas por el pacífico sur y el índico al oeste (es el país con más playas a nivel global). Lo extenso, diverso y aislado de su territorio le conceden unas privilegiadas condiciones naturales. La mayor parte de su flora y fauna esta formada por una biota autóctona y endémica solo presente en el territorio. Los vastos y heterogéneos paisajes, muchos de ellos salvajes generan un grato contraste con las modernas ciudades.
Es un destino recomendable para aprender la lengua de Shakespeare ya que el coste de vida es menor que otros destinos anglófonos típicos como Reino Unido o Estados Unidos. Especialmente asequibles son las zonas de Brisbane y la Gold Coast. El inglés australiano o aussie hablado y escrito en el país es de influencia británica aunque posee ricos rasgos propios en su léxico y expresiones comunes derivadas de su evolución independiente de las islas británicas así como de su multiculturalismo.
La calidad de vida en Australia es muy alta, sobretodo comparada con su región periférica. La esperanza de vida alcanzaba los 82 años en 2013 siendo la undécima más alta del mundo. Su desempleo ronda el 6% en 2015, cifra que se acerca al paro residual relacionado con el pleno empleo, lo que le convierte en uno de los países con menos paro del mundo. La tasa de homicidios es de las mas bajas del mundo y su tendencia es a la baja, compartiendo cifras con Suecia o Dinamarca por ejemplo.
El Índice de Desarrollo Humano, dato proporcionado por la ONU en su informe de 2014, sitúa a Australia, con un 0,933 sobre 1, como el segundo mejor país del mundo donde vivir, superado solo por Noruega. Factores que inciden en este cálculo son: esperanza de vida, renta per cápita, salud, educación y seguridad entre otros. Sidney es una de las ciudades más vanguardistas del globo y su competidora directa, Melbourne no le va a la zaga, cosmopolita y puntera es la capital cultural del país.
La comúnmente restrictiva política de inmigración y tramitación de visados australianas se relaja en gran parte siendo ciudadano español. Si se desea desarrollar estudios en Australia es necesario un visado de estudiante o de turista.Con el primero se puede estudiar durante un curso completo además trabajar un máximo de 20 horas a la semana. Si elegimos el segundo podremos estudiar un máximo de tres meses y se suele solicitar por Internet. La Embajada de Australia en España (Paseo de la Castellana 259D, Planta 24, Torre Espacio) recomienda comenzar los trámites como mínimo seis semanas antes de la fecha de nuestro vuelo.
Las condiciones del visado para los ciudadanos españoles se han facilitado con el acuerdo Work & Holiday Visa publicado en el B.O.E en septiembre de 2014. Este convenio se basa en la posibilidad para los nacionales de ambos países de estudiar y trabajar en el país por espacio de un año. Sin embargo tiene algunas condiciones: tener entre 18 y 31 años, no estudiar durante más de cuatro meses el mismo curso, tener al menos dos años de estudios superiores, demostrar un mínimo en cuenta de ahorros de AU$ 5.000 (unos 3.400€) y estar en posesión de un billete de vuelta.
Australia es uno de los destinos favoritos por la gente joven. Solo en el año 2013 el país austral acogió a más de 200.000 jóvenes mediante la Work & Holiday Visa. Las ventajas que ofrece el país en contraposición con la crisis que aún atenaza a la vieja Europa explican este fenómeno. Esta masa de jóvenes estaba formada en su mayoría por británicos (18,8%), alemanes (12,4%), taiwaneses (11,9%), franceses (11,8%), coreanos (11,7%) e italianos (7,6%). Con los nuevos acuerdos entre España y el país de los bumeranes es de esperar que aumente el número de españoles progresivamente.
Australia, la isla más grande con diferencia en Oceanía, esta habitada desde hace unos 40.000 años. Sus primeros pobladores pertenecen a las primeras oleadas que salieron de África hace unos 70.000 años y siguiendo la costa índica colonizaron primero Nueva Guinea y luego Australia, que por aquel entonces formaban una única masa terrestre sobre una plataforma contienental que aún existe llamada Sahul. Este estrato generó que los modernos aborígenes australianos se parezcan más geneticamente a los africanos que a los polinesios o asiáticos.
Se considera que la prehistoria en Australia alcanza hasta la colonización europea de los siglos XVII y XVIII ya que antes no se conocían sistemas de escritura y la transmisión de la cultura se hacía (y aún se hace en muchas comunidades vernáculas) de manera oral. Después de ver mermado su número drásticamente tras la colonización europea en los últimos 50 años se produce una regeneración que aumenta su número hasta las actuales 500.000 personas de origen aborigen.
Los primeros europeos en divisar el novísimo mundo son exploradores españoles y portugueses en el siglo XVI aunque no tratan de establecer asentamientos sino que intentan mantener en secreto su paradero. El nombre de Australia vendría a ser una derivación de “austral” que significa meridional y “Austria”, la dinastía real que otrora gobernó en España. En el siglo XVII los holandeses bautizan la descomunal isla como Nueva Holanda aunque nunca llegan a establecer asentamientos.
El Imperio Británico es quien al final se llega el gato al agua estableciendo una colonia penitenciaría en la región de Nueva Gales del Sur. En 1901 Australia consigue su independencia aunque seguirá reconociendo a la reina de Inglaterra como jefa de Estado y su forma de gobierno continua siendo una monarquía constitucional. Además forma parte de la Commonwealth británica. Un referéndum para decidir si Australia se constituía en república fue rechazado en 1999 con el 55% de los votos en contra.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, donde participó activamente, el país aussie se encuentra en la órbita de influencia de EEUU en vez de en la del Reino Unido. Esto se traduce en el tratado ANZUS de cooperación en materia de seguridad entre Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. Es Australia un país de inmigrantes por antonomasia. Hasta 1973 la política inmigratoria basada en la “Australia Blanca” solo dejaba entrar al país a europeos. La mayor parte de los cuales llegaron desde Gran Bretaña, Italia y Grecia. Con el tiempo Australia ha ido mirando más hacia el sudeste asiático estrechando sus relaciones con estos, especialmente con China.
Aún así la mayoría de su población continua siendo de origen europeo y su política migratoria favorece a los países ricos y la alta cualificación estableciendo cupos inmigratorios basados muchas veces en las profesiones demandadas en ese momento.
En cuanto a la religión en un censo llevado a cabo en 2011 el 61% de los australianos se declaraba cristiano. En términos globales uno de cada australianos es católico romano, un 17% anglicano y un 18,7% protestantes y ortodoxos. Las religiones no cristianas abarcan solo al 7,1% de la población, siendo budistas y musulmanes los grupos mayoritarios con un 2,5 y un 2,2% respectivamente. El porcentaje de población que se considera laica es alto, estriba en torno al 22,3%.
Australia es una opción muy recomendable para cursos de larga duración pues los precios de los cursos de inglés y del coste de la vida en Australia son bastante más bajos que en otros destinos como Reino Unido o Estados Unidos y compensa el precio más alto del pasaje de avión.