Guía de Canadá

Canadá es el país más extenso de América y el segundo a nivel mundial. Su vasto y heterogéneo territorio incluye numerosos espacios naturales de gran valor ecológico. Su capital es Ottawa aunque las ciudades más importantes son Toronto y Montreal. Su población es pequeña en comparación con su tamaño y esta localizada principalmente al sur, en la zona de los Grandes Lagos y el Corredor de San Lorenzo. España por ejemplo tiene una cuarta parte más de habitantes pero estos se localizan en una vigésima fracción de territorio.

El país del sirope de arce y el hockey sobre hielo tiene merecida fama de de ser uno de los lugares más pacíficos, cívicos y con mayor calidad de vida en el mundo. Sus habitantes tienen reputación de ser amables y tolerantes y sus tasas de criminalidad están entre las más bajas del mundo. Estas características unidas a su extensa y muchas veces excelente oferta educativa hacen del país un destino clásico para aprender inglés en el extranjero. Recordar sucintamente que aquí realizó sus estudios secundarios el Rey Felipe.

Extensas áreas del país son salvajes y están deshabitadas debido a las bajas temperaturas imperantes en ellas lo que redunda en una exuberante naturaleza. Tres son las grandes cordilleras que la recorren: los Apalaches, el Escudo Canadienses y las famosas Montañas Rocosas o Rockies. Los nativos originales, formados por diferentes pueblos y tribus, han acabado frecuentemente viviendo en estas cadenas montañosas tras ser expulsados de los valles y las llanuras por los primeros colonos cazadores de pieles. Casi todos están plenamente integrados en la sociedad ya que su carácter de colectivo minoritario encaja con la política de respeto y protección que hace el gobierno de estas comunidades.

Las tres reservas naturales más importantes de Canadá son Banff, Yoho y Jasper. La cercana relación simbiótica, de los habitantes con el medio natural convierten al entorno en un vecino más, que siempre acompaña al canadiense y que configura parte de su cultura y carácter. El potente sector industrial del país, así como el turístico se nutre en gran parte de esta abundancia de recursos naturales. No por nada encontramos una hoja de arce en el centro de su bandera.

La frontera meridional y por Alaska con tan ilustre país fronterizo como son los EEUU hace que muchas veces se describa a Canadá desde sus diferencias con él. Aunque comparten muchos rasgos y en algunos aspectos actúan en bloque son países muy distintos. Son resultado de dos historias y dos situaciones muy dispares. La principal diferencia radica en la manera en la que se independizaron.

Estados Unidos se construyo sobre los valores de la autonomía con respecto a la metrópoli, el individualismo, el liberalismo basado en el laissez faire y la mínima intervención del Estado. Canadá por otra parte nunca rompió sus vínculos con la madre patria, a la sazón, Francia y el Imperio Británico. De hecho su forma de gobierno es la monarquía parlamentaria cuya corona y jefatura de estado ostenta la reina de Inglaterra. Esta relación, unida a su pequeña pero estratificada población y el tradicionalismo de una parte de esta, hace que su modelo se acerqué más al Estado del Bienestar y asociacionismo propio de los países europeos occidentales.

Frente al centralismo federal de los Estados Unidos que trata de unificar, uno de los rasgos característicos propios de Canadá es su respeto a los localismos y peculiaridades de cada región. No es raro que determinados colectivos voten a partidos locales que piensan representarán mejor sus intereses en el Parlamento, como el Bloc Québecois. Esto lo convierte en un país unido en la pluralidad. Tradicionalmente se han contrapuesto el concepto canadiense de “mosaico” con el de “crisol de pueblos” estadounidense.

Es Canadá un país de inmigrantes por excelencia. A los primeros colones franceses e ingleses hay que sumar un gran número de escoceses e irlandeses que llegaron en aluvión en oleadas posteriores. Con el paso del tiempo inmigrantes de todas partes del mundo llegaban a poblar el vasto Canadá cuyo lema es “de mar a mar”. Desde los años 80 la mayoría de los nuevos pobladores provienen de China y Asía del Sur. Todo esto convierte al país en uno de los más multiculturales y cosmopolitas del mundo. El colectivo de los ucranianos-canadienses por ejemplo constituye la mayor comunidad de ucranianos fuera de Ucrania.

Igual que sucedió en EEUU con el Mayflower, primer barco de colonos formado por puritan

os que huían de la “inmoral y decadente” Europa; en Canadá los primeros colonos, franceses en su mayor parte, eran acérrimos católicos que no serían casi influenciados por las ideas de la Ilustración y la Revolución Francesa. Esto provocó que evolucionarán por separado quedando en algunos casos su idioma y sus costumbres congeladas en el tiempo.

De todas maneras lo que ocurría en Versalles siempre ha tenido ecos en el Canadá francés. La victoria de los británicos en la Guerra de los Siete Años a mediados del XVIII genera que los territorios franceses en Canadá pasen a depender de Londres. Esto provocará la emigración forzosa de una parte de los franco-canadienses de Acadia a Luisiana, última posesión gala continental en el nuevo mundo. Este grupo de inmigrantes constituyó con el tiempo la peculiar comunidad cajún que aún perdura a día de hoy.

La influencia del francés aún se deja sentir principalmente en la zona de Quebec, donde viven cerca de una cuarta parte de los canadienses. El idioma oficial aquí es el francés aunque casi todos hablan también inglés. En lo que fue la Canadá británica o anglófona el francés es más

 bien residual o inexistente. En cómputos totales un 75% de la población habla inglés y un 17,5% es bilingüe. El inglés canadiense estaría a medio camino entre el británico y el americano habiendo desarrollando sus propias peculiaridades.

Ciudades de Canadá