Guía de Malta

La situación geográfica de Malta en mitad del Mediterráneo hace que el archipiélago mantenga un clima templado durante todo el año.

Los inviernos suelen ser cortos y no muy fríos a excepción de los meses de enero y febrero que bajan notablemente las temperaturas (15ºC de media) y en los que se reúnen la mayoría de las precipitaciones (una media de 84 días al año), sin embargo, durante su largo verano que abarca desde abril hasta noviembre, el clima es idóneo para disfrutar de sus playas y bañarse en sus cristalinas aguas que suelen estar por encima de los 20ºC de mayo a diciembre y alcanzando los 27ºC en pleno agosto.

Es importante saber que, a pesar de que prima el buen tiempo, en ocasiones las temperaturas son tan elevadas que pueden llegar a ser insoportables para algunas personas superando los 40 grados centígrados y por los niveles altos de humedad.  

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